lunes, 26 de enero de 2015

INMIGRANTES: SUS PROBLEMAS

INMIGRANTES

SUS PROBLEMAS



Las migraciones ya no son lo que eran en el pasado, cuando el desarraigo, la nostalgia y el olvido eran algunas de las notas características de estos movimientos. Hoy la situación ha cambiado gracias a la mejora en la calidad y en la intensidad de las comunicaciones entre quienes se van y sus sociedades de origen.



Tanto el drástico descenso en los precios de las llamadas telefónicas y los billetes aéreos (y su mayor frecuencia) como la explosión de Internet han revolucionado la vida de los inmigrantes.



Los principales problemas que enfrentan una buena parte de los inmigrantes latinoamericanos en España, y la inmigración en general, provienen de la inmigración ilegal. De ella derivan otras cuestiones de una gran gravedad social, muchas veces agravados por la existencia o la dependencia de grupos delictivos organizados, verdaderas mafias, que viven de las necesidades de los inmigrantes. Así nos encontramos con cuestiones como la marginalidad social; un deficiente acceso a la vivienda, que comúnmente se salda con la ocupación de infraviviendas; la vida clandestina o semiclandestina en la que se mueven los ilegales, que es a su vez causa de males mayores; la dedicación laboral en empleos de mala calidad o pésimamente pagados; la delincuencia, la prostitución y la explotación de menores, etc. 




En el caso de los latinoamericanos en España hay una cierta complicidad social y un mayor laxitud en el trato policial que unida a las ventajas de la lengua sirve para “proteger” a muchos ilegales

La falta de documentación en regla somete a los inmigrantes ilegales a un mayor estrés cotidiano, ya que no sólo les impide acceder a una serie de servicios públicos y, en menor medida, privados, sino también en determinadas ocasiones, especialmente si son detenidos por la policía, los puede situar al borde de la deportación.

                                                   




Los países desarrollados necesitan de los inmigrantes y su presencia en las sociedades de destino no pasa desapercibida. El choque cultural, unido a diversas cuestiones que giran en la órbita de la inmigración, genera una serie de conflictos entre los nacionales de un país y los recién llegados: el acceso a los servicios, su financiación y el mantenimiento de ciertos estándares de calidad; la competencia por el mercado de trabajo, por más que buena parte de los inmigrantes cubra empleos no deseados por los locales; la sensación del aumento de la inseguridad, etc. Estos y otros conflictos no sólo no deben ocultarse sino que deberían incorporarse de forma prioritaria a la discusión pública, haciéndolo de una forma seria y responsable y sin condicionamientos xenófobos.






                                         

No hay comentarios.:

Publicar un comentario