Todo comienza con una serie de síntomas. El comportamiento de un miembro de la pareja se
vuelve extraño. Sus horarios son cada vez más raros y se prolonga con
frecuencia la jornada laboral. Atiende a llamadas telefónicas poco habituales
y, eso sí, siempre desconecta el ordenador en cuando su pareja entra en casa.
Son adictos a la red, e intentan ocultar que han intimado con otra
persona hasta que todo el cúmulo de anomalías acaba por estallar.
Psicólogos y sexólogos reconocen un notable
incremento del número de parejas que acuden a la consulta por problemas
derivados del abuso de Internet. Hay quienes llegan a urdir fines de semana de
trabajo para poder organizar furtivas citas. Otros, además de abandonar a sus
amigos del mundo real, a veces ignoran a su pareja e incluso a sus hijos.
Elisa García Palenzuela, psicologa clínica y
sexóloga donostiarra, no oculta que este tipo de situaciones «las estamos
viendo muchísimo», y que incluso todo ello puede desembocar en una ruptura
definitiva de la relación. «El año pasado tuve cuatro casos de este tipo
prácticamente seguidos»
DESAHOGARSE
Si es el hombre quien padece la adicción, su
mujer da el primer paso acudiendo a la consulta. Se siente mal, preocupada
porque observa comportamientos extraños en su pareja y desea por ello atajar el
problema. En la mayoría de los casos, la persona enganchada, sea él o ella,
presenta un cuadro de ansiedad y sentimiento de culpa tras reconocer su
problema. «Tienen miedo a caer en una adicción y a estar haciendo algo malo.
Muchos de ellos encuentran en la consulta un espacio donde desahogarse»,
explica la psicóloga. Pese a tener compañía sentimental, son personas, de 30 a
50 años, con dificultades en las relaciones sociales.
Sujetos tímidos o personas que se sienten
ignoradas por su entorno son algunos de los perfiles que se puede encontrar en
un chat. Todos ellos se reúnen buscando comprensión y esperan solucionar sus
problemas en un mundo virtual. Muchos investigadores coinciden en que la
mayoría de las personas que hacen un uso excesivo de Internet buscan lo mismo
que otros en el alcohol o las drogas: ESCAPAR
CURIOSIDAD
Es ahí donde se establece un encaje de fantasías
que acaba conformando una relación muy fluida. «Es como si de repente esas dos
personas hablaran un mismo lenguaje y tienen la sensación de haber encontrado a
alguien que realmente les entiende»
La sexóloga asegura que este tipo de
relación acaba suponiendo un enganche emocional muy fuerte. Ella misma ha
conocido de primera mano personas que reconocían encender el ordenador de la
empresa después de la jornada laboral para quedarse chateando hasta las diez de
la noche. «Cuando llegan a casa se excusan diciendo que han tenido mucho
trabajo».
Fuente: http://www.lasdrogas.info/core/noticias/2451/aumentan-las-parejas-con-problemas-de-convivencia-asociados-al-abuso-de-internet.html
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